- Ernesto Ballesteros
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Nadie te cuenta que un simple prospecto puede cambiarte el día. Abres el cajón buscando un remedio contra esa alergia imparable y ahí está: Phenergan. Lo curioso es que este fármaco lleva décadas colándose en las casas de media España. Seguramente lo has visto escrito como 'prometazina', porque ese es el nombre de su apañada molécula. Lo recetan para cosas que sorprenden: desde un brote de urticaria hasta el mareo del viaje. No falta quien lo use para dormir y otros que ni sabían que también vale para las náuseas. ¿Hace magia? Nada de pócimas, es puro pragmatismo médico, respaldado por años de recetas y un par de hechos que a veces los médicos no te recuerdan.
¿Qué es realmente Phenergan y para qué sirve?
Phenergan es el nombre comercial de la prometazina, un antihistamínico clásico. No es nuevo: se fabricó hace más de 70 años y ha sobrevivido a modas y polémicas. Los antihistamínicos, en resumen fácil, bloquean la histamina, que es la que desata los estornudos, picores, goteos y erupciones cuando tienes una alergia. Pero la gracia de Phenergan está en su versatilidad. Se usa para alergias que desquician, pero también va muy bien para frenar las náuseas (incluso esas de los viajes) o para calmar la tos cuando no te deja dormir. Pregunta en farmacias y verás como te confirman que muchas personas mayores lo tienen de cabecera, sobre todo para el picor nocturno de la piel.
No sólo sirve para rinitis; en hospitales se da para calmar la ansiedad antes de operaciones menores, evitando así el estrés de la espera. Y un dato curioso: en niños, el jarabe de Phenergan sigue recetándose para el clásico mareo en coche, aunque con más vigilancia que antes. Eso sí, siempre bajo receta, porque usarlo porque sí puede salir mal. Hace años, en los trenes y autocares del sur, uno veía a más de uno medio dormido gracias a unas gotitas del famoso jarabe de prometazina. Hoy se sabe que su efecto 'calmante' en realidad es una especie de somnolencia, que puede ser truco o trampa según cómo esté tu cuerpo.
¿Vale para dormir? Hay gente que, por experiencia propia, lo prefiere antes que hipnóticos más modernos. No es su indicación oficial, pero cuando la alergia o el picor te desvela, los médicos a veces lo recetan con ese guiño de "pruébalo solo cuando lo necesites". De hecho, aquí en Zaragoza tuve una temporada de picores infernales por el olivo y mejoró con este producto. Ojo, eso no es excusa para automedicarse, porque no todos los cuerpos aguantan igual. Hay que recordar que los antihistamínicos antiguos como este cruzan la barrera del cerebro, así que embotan un poco. Eso significa que puedes estar más torpe al día siguiente o sentirte como si te hubieran dado un pescozón. Si vas a conducir, montar en bici o tienes turno en el banco, mejor preguntar antes al médico.

Cómo se toma y riesgos de Phenergan
No todo el mundo lo metaboliza igual. A mi gato Tomillo, por ejemplo, ni se le acerca porque todos los antihistamínicos pueden ser peligrosos para los animales, salvo aquellos formulados especialmente para ellos. En humanos, la prometazina puede tomarse en diferentes formas: comprimidos, jarabe e incluso en crema para reacciones cutáneas. La dosis cambia mucho según la persona, la edad y el motivo de uso. Los adultos suelen tomar entre 25 y 50 mg al día, siempre por indicación médica. En niños, la dosis es más baja y el margen de seguridad más estrecho, lo que hace que ya casi no se recete para los menores de dos años, por un riesgo muy concreto: puede deprimir la respiración.
Al tomar Phenergan puedes notar somnolencia, sequedad de boca, visión borrosa y algo de torpeza al moverte. Estos efectos ocurren porque el medicamento actúa también sobre otros receptores diferentes de los alérgicos. Por eso, algunos evitan tomarlo en época de exámenes o si tienen trabajos que exigen concentración. Recuerdo el caso de una amiga que lo tomó antes de un viaje en tren y acabó perdiendo la parada, rendida en la butaca. Si eres de los que se despiertan al menor sonido, para ti lo mismo funciona mejor que cualquier otro sedante, pero siempre preguntando antes. Para mayores de 65 años hay que ir con mucho más cuidado. Hay estudios recientes –como uno publicado en 2022 en la revista española de geriatría– que relacionan los antihistamínicos clásicos con caídas y confusión mental en ancianos, sobre todo si tienen otras enfermedades.
Cuidado con mezclarlo con alcohol, otros sedantes o pastillas para dormir. Muchas urgencias de hospital ven gente desorientada solo por esa combinación. Y nunca se debe tomar durante el embarazo sin consultar antes, porque aunque no hay casos claros de daño en humanos, sí existen efectos adversos en experimentos con animales. Para la lactancia la recomendación es todavía más tajante: mejor evitarlo, pasa a la leche y puede hacer que el bebé esté irritable o muy dormido. No hay que olvidar que su vida media es larga, así que el efecto puede durar más de un día en algunos casos. Si tienes problemas de hígado o riñón, el riesgo de acumulación es mayor, porque el cuerpo tarda más en eliminarlo y pueden aparecer arrastres de somnolencia o mareo.
Otra historia menos conocida: hay personas alérgicas a la propia prometazina. A veces se manifiesta con erupciones, picores o incluso síntomas respiratorios. También puede interactuar con varios medicamentos muy usados, como antidepresivos, ansiolíticos, antiepilépticos, medicamentos para la tensión e incluso anticoagulantes. Por eso todos los médicos avisan: hay que decir siempre todo lo que uno toma antes de empezar con Phenergan. Una precaución importante: nunca uses la forma en crema en heridas abiertas, porque puede causar una reacción grave llamada fotosensibilidad, que hace que el sol provoque una quemadura rápida en la piel tratada.
Muchas veces surgen preguntas sobre qué hacer si olvidas una toma o si se toma más de la cuenta. Lo más sensato es no duplicar dosis para compensar olvidos y, si hay un exceso claro, buscar ayuda médica cuanto antes. Los síntomas de sobredosis pueden incluir desde excitación, convulsiones y alucinaciones hasta hipotensión y coma. Nada de tomárselo a broma, porque aunque no suele pasar, los despistes ocurren, sobre todo con jarabes y niños curiosos.

Consejos prácticos y datos curiosos sobre el uso de Phenergan
Una ventaja de Phenergan frente a otros antihistamínicos es su efecto prolongado: te cubre buena parte del día con una sola dosis. Eso es práctico en alergias persistentes, pero también significa que si tienes efectos secundarios, te aguantas más tiempo. El truco más usado es tomarlo por la noche para aprovechar su efecto sedante y minimizar el impacto durante el día. Si eres de los que no soportan la sequedad de boca, ten siempre agua o caramelos sin azúcar a mano. Por cierto, un truco de las abuelas de Zaragoza: el jarabe frío de nevera se tolera mejor en niños, porque el sabor es menos intenso y disminuye las náuseas propias del jarabe.
Nadie lo cuenta pero hay historias curiosas. Hubo una época en que las cajas de Phenergan desaparecían de las farmacias antes de Semana Santa y verano. La causa: las familias viajaban mucho y todo el mundo quería una solución para los mareos de carretera. Ahora hay alternativas menos sedantes, pero permanece en el recuerdo colectivo como el remedio eficaz de la abuela. Otro dato resaltable es que, según informes de la Agencia Española de Medicamentos, las intoxicaciones accidentales han bajado desde que los prospectos avisan claramente del peligro en menores de dos años. Así que, guarda los medicamentos fuera del alcance de los peques y no los dejes nunca en carteras o mochilas a su altura.
Un mito fresco que flota por algunos foros de internet es que Phenergan 'engancha' o crea adicción. No es cierto al estilo de las benzodiacepinas, pero sí puede crear una especie de dependencia psicológica, especialmente en quienes lo usan todos los días para dormir. Lo mejor es reservarlo para momentos puntuales y no confiar siempre en la pastilla para resolver noches difíciles. Si necesitas antihistamínicos de diario, considera los de segunda generación (los que no dan sueño), y usa Phenergan solo si lo indica el médico por picores intensos o urticarias rebeldes.
Por último, nunca tires las cajas sobrantes a la basura normal. Llévalas al punto SIGRE de tu farmacia: es más seguro para todos y evita que algún chaval curioso o tu mascota decidan experimentar. Como con todo medicamento, consulta antes a tu médico o farmacéutico y no dudes en preguntar cualquier duda, aunque pienses que es una tontería. Al final, cada cuerpo y cada historia es diferente, como sabe bien cualquiera que haya pasado por una buena alergia primaveral aquí, entre polvo, gatos y olivos.