Neonatos: cuidados esenciales para los primeros meses

Acabas de traer a casa a tu bebé y ya sientes que el mundo gira a mil por hora. No te preocupes, con unos trucos sencillos puedes darle a tu neonato todo lo que necesita para crecer sano y feliz.

Alimentación y lactancia

La leche materna es la mejor opción para la mayoría de los neonatos. Contiene los anticuerpos que protegen al bebé y es fácil de digerir. Si decides amamantar, ofrécele el pecho cada 2‑3 horas, incluso de noche. No te preocupes si el bebé se queda despierto un poco después; con práctica ambos se acostumbran.

Si la lactancia no es posible, elige una fórmula infantil que siga la normativa europea. Prepara el biberón con agua hervida enfriada a 37 °C y respeta siempre la cantidad indicada en el envase. No guardes el resto del biberón; el bebé debe tomar la leche recién preparada para evitar bacterias.

Observa señales de hambre: succiona los puños, busca el pecho o hace ruidos suaves. Cuando el bebé esté satisfecho, suele soltar el pecho o el biberón y quedarse tranquilo.

Sueño y seguridad

Los neonatos duermen entre 14 y 17 horas al día, pero en ciclos cortos. Colócalo siempre boca arriba en una cuna firme, sin almohadas, mantas gruesas ni juguetes. Esta posición reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita infantil (SMSI).Una temperatura ambiente de 20‑22 °C es ideal; viste al bebé con una sola capa más que tú y revisa que no sude. Si deseas que duerma más tiempo sin despertarse, intenta una rutina calmada antes de acostarse: baño tibio, canción suave y un abrazo.

Los ronquidos leves son normales, pero si notas que el bebé respira con dificultad, tiene labios azulados o se queda muy quieto, llama al pediatra de inmediato.

Además del sueño, la seguridad incluye chequeos médicos regulares. El primer control suele ser a los 7‑10 días, donde se revisa el aumento de peso, la ictericia y la alimentación. Después, sigue el calendario de vacunas: hepatitis B, rotavirus, difteria‑tétanos‑pertussis, entre otras. Cada visita es una oportunidad para preguntar cualquier duda, desde el estreñimiento hasta la erupción del pañal.

Los neonatos pueden presentar problemas comunes como cólicos, reflujos o irritación del pañal. Para los cólicos, prueba masajes suaves en el abdomen y movimientos de bicicleta con las piernas. Un poco de calor (una bolsa de agua tibia envuelta en tela) puede aliviar los gases. En caso de irritación del pañal, cambia la zona frecuentemente y usa cremas con óxido de zinc.

Recuerda que cada bebé es diferente. Lo que funciona para un hermano mayor puede no ser lo mismo para tu neonato. Confía en tu intuición, pero no dudes en buscar ayuda profesional cuando algo te preocupe.

En resumen, alimentar bien, dormir seguro y acudir a los controles son la base para que tu bebé crezca fuerte. Con estos consejos tienes una hoja de ruta fácil de seguir y mucho espacio para disfrutar de los primeros momentos con tu pequeño.

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