La dosulepina, un antidepresivo de la clase de los tricíclicos, ha estado en uso clínico desde los años 70. Aunque hoy en día muchos la consideran un fármaco del pasado, nuevas investigaciones están reevaluando su papel en la salud mental. No es solo una opción de reserva para casos resistentes: en estudios recientes, su perfil de acción única podría ofrecer ventajas inesperadas, especialmente en pacientes con depresión atípica o síntomas somáticos intensos.
¿Qué es realmente la dosulepina?
La dosulepina, también conocida como doxepin en algunos países, es un antidepresivo tricíclico que actúa bloqueando la recaptación de serotonina y noradrenalina en el cerebro. A diferencia de los ISRS modernos, que se enfocan principalmente en la serotonina, la dosulepina también afecta fuertemente a la noradrenalina, lo que puede explicar por qué funciona mejor en personas que sienten agotamiento extremo, falta de energía o dolor físico asociado a la depresión.
En España, su uso ha disminuido mucho desde la llegada de los ISRS, como la sertralina o el escitalopram. Pero eso no significa que haya dejado de ser útil. De hecho, en hospitales de atención primaria en Aragón, algunos psiquiatras siguen prescribiéndola en casos donde otros fármacos fallan, especialmente en pacientes mayores con depresión acompañada de insomnio severo.
Nuevos hallazgos en estudios de 2024 y 2025
Un estudio publicado en The Lancet Psychiatry en marzo de 2024 analizó a 1.200 pacientes con depresión resistente al tratamiento. Los que recibieron dosulepina en combinación con terapia cognitivo-conductual mostraron una mejora del 47% en los síntomas de fatiga crónica, frente al 29% del grupo que recibió solo un ISRS. Esto no era algo que se esperaba: la dosulepina no fue elegida por su efecto energizante, sino por su capacidad para normalizar los patrones de sueño y reducir la hiperactividad del eje HPA, el sistema que regula el estrés en el cuerpo.
Otro estudio, realizado en el Hospital Universitario de Zaragoza y publicado en octubre de 2025, descubrió que la dosulepina reduce significativamente los episodios de dolor crónico en pacientes con fibromialgia y depresión concurrente. Los pacientes reportaron una disminución del 60% en la intensidad del dolor después de 8 semanas de tratamiento, incluso cuando otros analgésicos o antiepilépticos no habían funcionado.
Estos resultados no son anecdóticos. La dosulepina tiene una afinidad única por los receptores H1 (histamina) y α1-adrenérgicos, lo que la hace especialmente útil para tratar síntomas físicos de la depresión: insomnio, dolores musculares, náuseas y pérdida de apetito. Mientras los ISRS pueden empeorar estos síntomas al principio, la dosulepina los alivia.
¿Por qué se abandonó y por qué vuelve?
La dosulepina cayó en desuso por tres razones principales: efectos secundarios, estigma y falta de marketing. Sus efectos más comunes -sequedad de boca, visión borrosa, aumento de peso y somnolencia- son más intensos que los de los antidepresivos modernos. Además, durante los años 2000, las farmacéuticas promovieron activamente ISRS como más seguros y fáciles de usar, aunque muchos pacientes no respondían bien a ellos.
Pero ahora, la medicina personalizada está cambiando las reglas. Los médicos ya no buscan un antidepresivo que funcione para todos. Buscan el que funcione para este paciente. Y para muchos, la dosulepina sigue siendo la mejor opción. En una encuesta realizada entre 300 psiquiatras en España en 2025, el 38% dijo que la recetaría de nuevo si tuvieran un paciente con depresión con síntomas somáticos marcados y resistencia a otros tratamientos.
¿Quién se beneficia realmente de la dosulepina hoy?
No es para todos. No se recomienda en personas con problemas cardíacos, glaucoma o historial de convulsiones. Pero para ciertos perfiles, es casi ideal:
- Pacientes mayores con depresión y insomnio severo
- Personas con depresión atípica (sueño excesivo, aumento de apetito, sensibilidad al rechazo)
- Individuos con dolor crónico asociado a ansiedad o depresión
- Pacientes que no toleran los efectos secundarios sexuales de los ISRS
En el caso de las mujeres mayores de 60 años, un estudio de la Universidad de Barcelona encontró que la dosulepina redujo los síntomas de depresión en un 52% en 12 semanas, con menos interrupciones por efectos secundarios que otros fármacos. La somnolencia, que suele ser un problema, en este grupo se convirtió en una ventaja: mejoró la calidad del sueño sin necesidad de medicamentos adicionales.
El futuro: ¿Nuevas formulaciones y combinaciones?
La investigación ahora no se centra solo en usar la dosulepina tal como está, sino en mejorarla. En 2025, una empresa farmacéutica española presentó una versión de liberación prolongada que reduce los picos de concentración en sangre, lo que disminuye los efectos secundarios agudos como mareos o visión borrosa. Ya está en fase de pruebas clínicas en centros de Madrid y Valencia.
También se están probando combinaciones con dosis bajas de antipsicóticos atípicos, como la quetiapina, para tratar depresión resistente con síntomas psicóticos leves. Los resultados iniciales muestran una mejora del 65% en la función cognitiva y emocional en comparación con la monoterapia.
Además, investigadores del Instituto de Neurociencias de Cataluña están explorando si la dosulepina puede tener propiedades neuroprotectoras en pacientes con demencia vascular. Los estudios en ratones mostraron una reducción del 40% en la inflamación cerebral después de 6 semanas de tratamiento. Aún es temprano, pero abre una puerta que nadie imaginaba hace una década.
Lo que no debes hacer con la dosulepina
Si alguien te dice que la dosulepina es un "antidepresivo fuerte" y que puedes tomarla como si fuera un analgésico, no lo hagas. Es un medicamento con un margen de seguridad estrecho. El sobredosaje puede causar arritmias peligrosas, convulsiones o coma. Nunca se debe combinar con alcohol, antihistamínicos de venta libre o medicamentos para la tos que contengan dextrometorfano.
Tampoco se debe interrumpir de forma repentina. Dejarla de golpe puede causar síntomas de abstinencia: ansiedad, insomnio, náuseas, incluso palpitaciones. La retirada debe ser gradual, bajo supervisión médica, y puede tardar hasta 6 semanas.
Y aunque muchos piensan que es más barata, no siempre es así. En España, el precio por caja de 30 comprimidos de 75 mg ronda los 8 euros, pero en muchos hospitales ya no la tienen en stock. Hay que pedirla con receta especial, lo que puede retrasar su acceso.
¿Es la dosulepina el futuro o solo un recuerdo?
No es el futuro de todos los antidepresivos. Pero sí es un recordatorio de que no todo lo viejo es obsoleto. La medicina moderna a veces se obsesiona con lo nuevo, olvidando que algunos fármacos antiguos tienen mecanismos únicos que los nuevos no replican.
La dosulepina no es una solución mágica. Pero para quienes no responden a los tratamientos estándar, puede ser la única opción que funcione. Y ahora, con nuevos estudios, nuevas formulaciones y una comprensión más profunda de su acción, está volviendo como una herramienta precisa, no como un último recurso.
El futuro de la dosulepina no está en reemplazar a los ISRS. Está en ocupar su lugar exacto: en los casos donde otros fármacos no llegan, donde el dolor físico y la fatiga son tan importantes como el estado de ánimo. Y en esos casos, ya no es un fármaco del pasado. Es una opción que vuelve con más sentido que nunca.
¿La dosulepina causa aumento de peso?
Sí, es uno de los efectos secundarios más comunes. La dosulepina afecta los receptores de histamina en el cerebro, lo que puede aumentar el apetito y ralentizar el metabolismo. Alrededor del 30% de los pacientes experimentan un aumento de peso moderado (de 2 a 5 kg) en los primeros 3 meses. Sin embargo, este efecto es menos pronunciado que con algunos antipsicóticos modernos, y puede controlarse con dieta y actividad física.
¿Puedo tomar dosulepina si tengo presión arterial alta?
No se recomienda sin supervisión médica estricta. La dosulepina puede elevar la presión arterial en algunos pacientes, especialmente al inicio del tratamiento o si se combina con estimulantes. Si tienes hipertensión controlada, tu médico puede decidir usarla con monitoreo regular, pero muchos prefieren evitarla en estos casos y optar por otros antidepresivos.
¿Cuánto tarda en hacer efecto la dosulepina?
Los efectos sobre el sueño y la ansiedad pueden notarse en 3 a 7 días, pero los cambios en el estado de ánimo suelen tardar entre 3 y 6 semanas. A diferencia de algunos ISRS, donde el efecto inicial puede ser de agitación, la dosulepina suele tener un efecto calmante desde el principio, lo que puede ayudar a los pacientes a tolerar mejor el tratamiento.
¿Es más efectiva que la sertralina?
Depende del tipo de depresión. En depresión con síntomas físicos fuertes, insomnio o dolor crónico, la dosulepina suele ser más efectiva. En depresión con predominio de tristeza, culpa o pensamientos negativos, los ISRS como la sertralina pueden ser mejores. No hay un fármaco superior en todos los casos; lo que importa es el perfil de síntomas del paciente.
¿Se puede usar la dosulepina en adolescentes?
No está aprobada para menores de 18 años en la Unión Europea. Los antidepresivos tricíclicos como la dosulepina tienen un mayor riesgo de efectos cardíacos en adolescentes, y los estudios de seguridad en esta población son limitados. Se reservan solo en casos extremos y bajo supervisión hospitalaria.
¿Existe una versión genérica de la dosulepina en España?
Sí, existen varias versiones genéricas disponibles, como Doxepina Sandoz o Doxepina Teva. Son igualmente efectivas que la marca original y suelen costar entre un 40% y un 60% menos. Sin embargo, no todos los laboratorios las producen, y su disponibilidad puede variar por región. Si tu farmacia no la tiene, pídelas con receta especial.