Si alguna vez te has preguntado por qué tienes que pedirle a la gente que repita lo que dijo, o si te cuesta seguir conversaciones en lugares ruidosos, es posible que tu oído esté diciéndote algo. La audiometría es la prueba más confiable que existe para medir cuán bien escuchas. No es un examen complicado, pero sí preciso. Y entender lo que mide puede cambiar cómo manejas tu salud auditiva.
¿Qué es realmente la audiometría?
La audiometría es una prueba clínica que mide el umbral más bajo de sonido que puedes detectar en diferentes frecuencias. Se expresa en decibelios (dB), y el objetivo es encontrar el punto exacto en el que escuchas un tono el 50% de las veces. No se trata de cuán fuerte suena, sino de cuán suave puedes oírlo. El cero en la escala de decibelios no significa silencio absoluto, sino el nivel de sonido que una persona joven con audición normal puede percibir. Si tu umbral está por encima de 25 dB en cualquier frecuencia, ya se considera pérdida auditiva leve.La prueba se divide en dos partes principales: conducción aérea y conducción ósea. En la conducción aérea, usas auriculares y escuchas tonos puros que van desde 250 Hz (sonidos graves) hasta 8000 Hz (sonidos agudos). En la conducción ósea, un pequeño vibrador se coloca detrás de la oreja, en el hueso mastoide. Este vibrador envía las vibraciones directamente al oído interno, saltándose el oído externo y medio. Si hay una diferencia de 15 dB o más entre los dos tipos de prueba, eso indica un problema en el oído medio, como líquido o infección. Si ambos sonidos se escuchan igual de mal, el problema está en el oído interno o en el nervio auditivo.
¿Cómo se hace la prueba paso a paso?
La técnica más usada se llama método Hughson-Westlake, desarrollada en 1944 y aún vigente hoy. Empieza con un tono claro, como 40 dB a 1000 Hz. Si lo escuchas, bajan la intensidad 10 dB. Si ya no lo escuchas, suben 5 dB hasta que lo vuelves a oír. Repiten este proceso varias veces hasta que el audiólogo encuentra tu umbral real con precisión. No es una prueba de presión, ni de fuerza. Es de atención y respuesta.La prueba se hace primero en el oído que parece tener mejor audición, y luego en el otro. Entre cada frecuencia, se puede usar un ruido de fondo (enmascaramiento) para evitar que el oído sano escuche lo que debería oír solo el oído débil. Esto es clave: si no se enmascara correctamente, los resultados pueden ser falsos. Aproximadamente el 12% de los errores en audiometría vienen de esto.
La prueba completa toma entre 10 y 15 minutos por oído. No duele. Solo requieres estar tranquilo, prestar atención y levantar la mano o apretar un botón cada vez que escuchas un tono. Muchos pacientes dicen que es más aburrido que incómodo. Algunos mencionan que el vibrador de la conducción ósea puede ser molesto si llevas gafas, porque presiona contra las varillas.
¿Qué es un audiograma y cómo se lee?
El resultado de la audiometría se muestra en un gráfico llamado audiograma. Es como un mapa de tu audición. En el eje horizontal están las frecuencias, de graves a agudas. En el vertical están los decibelios, de abajo (muy suave) hacia arriba (muy fuerte). Cada punto representa tu umbral en una frecuencia específica.Los símbolos son universales: círculos (○) para el oído derecho en conducción aérea, aspas (X) para el izquierdo. Para la conducción ósea, se usan corchetes ([ ]) para el derecho y < para el izquierdo. Si los puntos del oído derecho están más arriba que los del izquierdo, significa que el derecho tiene peor audición. Si los puntos de conducción aérea están más arriba que los de conducción ósea, hay una pérdida conductiva. Si ambos están igual de altos, es sensorineural.
Una pérdida leve es de 26 a 40 dB. Moderada, de 41 a 55 dB. Moderadamente severa, de 56 a 70 dB. Severa, de 71 a 90 dB. Profunda, más de 91 dB. Estos rangos no son solo números: determinan si necesitas audífonos, qué tipo de audífono y cómo se debe programar.
¿Y la audición con palabras?
La audiometría de tonos puros no te dice si entiendes lo que dicen. Por eso se añade la prueba de discurso. Aquí te dicen palabras simples, como "casa", "mesa", "pato", y tienes que repetirlas. La prueba busca el nivel más bajo en el que puedes entender el 50% de las palabras: eso se llama umbral de recepción del discurso (SRT). Debe coincidir casi con el promedio de tus umbrales de tono a 500, 1000 y 2000 Hz. Si no coincide, hay un problema más serio, como un tumor en el nervio auditivo o daño en el cerebro que procesa el sonido.Luego viene la prueba de discriminación de palabras. Te dicen una lista de palabras a un nivel más alto, y te piden que las repitas. Si entiendes el 90% o más, tu capacidad de comprensión es buena. Si caes por debajo del 70%, incluso con audífonos, podrías tener dificultades para seguir conversaciones, especialmente en ruido. Esto explica por qué algunas personas dicen: "Oigo, pero no entiendo".
¿Qué otras pruebas se hacen junto con la audiometría?
La audiometría no es una prueba aislada. Siempre se complementa con otras para tener una imagen completa.Timpanometría: Mide cómo se mueve tu tímpano cuando cambia la presión del aire en el oído. Un tímpano sano se mueve fácilmente. Si está rígido (como en infecciones o líquido), la gráfica sale plana, tipo "B". Esto ayuda a saber si tu pérdida auditiva viene de una infección de oído, que se puede tratar con medicamentos.
Respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR): Se usa sobre todo en bebés o personas que no pueden responder. Se ponen electrodos en la cabeza y se miden las señales eléctricas que envía el nervio auditivo al cerebro cuando suena un tono. No necesitas estar despierto. Es útil para detectar problemas neurológicos o pérdida auditiva en recién nacidos.
Pruebas de frecuencias extendidas: Algunos audiólogos ahora prueban hasta 10,000 Hz, especialmente en pacientes que toman quimioterapia. Algunos medicamentos dañan primero las frecuencias altas, antes de afectar las que usamos para hablar. Detectarlo temprano puede evitar pérdida irreversible.
¿Quién se hace esta prueba y por qué?
En España, la audiometría se recomienda cada 5 años a partir de los 50 años. Pero si trabajas en un entorno ruidoso -fábrica, construcción, aeropuerto- se exige anualmente por ley. En Estados Unidos, el CDC exige que todos los bebés sean evaluados antes de salir del hospital. Si fallan, deben volver a evaluarse antes de los tres meses. No es un lujo: el 1.7% de los recién nacidos tienen pérdida auditiva, y si no se detecta antes de los 6 meses, el desarrollo del lenguaje se ve afectado de forma permanente.Las personas mayores son las más afectadas. Uno de cada cuatro entre 65 y 74 años tiene pérdida auditiva. Uno de cada dos, a partir de los 75. Pero muchos no lo saben. No van al audiólogo hasta que ya no pueden seguir una película sin subtítulos o se sienten aislados en reuniones familiares.
Los jóvenes también están en riesgo. El uso prolongado de auriculares a volumen alto, especialmente en entornos ruidosos, puede causar daño irreversible. Una exposición de 85 dB durante 8 horas al día ya es peligrosa. Un concierto puede llegar a 110 dB. Eso puede dañar tu oído en menos de 15 minutos.
¿Qué pasa si los resultados son anormales?
No hay un "diagnóstico final" en una sola prueba. El audiólogo te explica qué significa cada resultado, qué tipo de pérdida tienes, y qué opciones tienes. Si es conductiva, puede tratarse con medicamentos, cirugía o simplemente limpieza de cerumen. Si es sensorineural, los audífonos son la solución principal. Hoy en día, los audífonos son inteligentes: se conectan al móvil, reducen el ruido de fondo, y se ajustan automáticamente a tu entorno.Si la pérdida es profunda y los audífonos no ayudan, se puede considerar un implante coclear. Pero eso requiere una evaluación más profunda, con imágenes y estudios neurológicos.
Lo más importante: no esperes. La pérdida auditiva no se cura por sí sola. Y cuanto más tiempo pases sin tratamiento, más difícil será para tu cerebro volver a entender el sonido. Tu cerebro se acostumbra a no oír. Y cuando finalmente recibes ayuda, puede tardar meses en adaptarse.
¿Puedes hacer una audiometría en casa?
Sí, pero con cuidado. Hay aplicaciones y dispositivos portátiles que miden tu audición. Algunos están validados, como el KUDUwave. Pero no son tan precisos como una prueba en clínica. No pueden medir conducción ósea, no enmascaran bien, y no detectan problemas complejos. Sirven para un primer filtro, no para diagnóstico. Si la app te dice que tienes pérdida auditiva, ve a un audiólogo. No te quedes con la app.¿Qué puedes hacer para proteger tu audición?
- Usa protectores auditivos en ruido alto (obra, conciertos, maquinaria).- No subas el volumen de los auriculares por encima del 60% durante más de 60 minutos al día.
- Hazte una audiometría cada 5 años a partir de los 50, o cada año si estás expuesto a ruido.
- No uses bastoncillos para limpiar los oídos. El cerumen es natural y protector.
- Controla la presión arterial y el azúcar en sangre. Ambos afectan la circulación del oído interno.
- Si notas zumbidos, mareos o pérdida repentina de audición, ve al médico inmediatamente. Puede ser una emergencia.
¿Duele la audiometría?
No, la audiometría no duele. Es una prueba pasiva: solo escuchas tonos y respondes cuando los oyes. El vibrador de la conducción ósea puede causar una leve molestia si llevas gafas, pero no es doloroso. No hay agujas, ni electricidad, ni presión. Solo requieres atención y paciencia.
¿Cuánto tiempo dura la prueba?
Una audiometría completa, incluyendo tonos, palabras y timpanometría, dura entre 30 y 45 minutos. Si solo se hace la prueba de tonos puros, puede terminar en 15 minutos. No necesitas prepararte de ninguna manera. Puedes ir directamente, sin ayuno ni cambios en tu rutina.
¿Qué significa si tengo un "hueco" entre la conducción aérea y ósea?
Un "hueco" (o diferencia de 15 dB o más entre conducción aérea y ósea) indica una pérdida auditiva conductiva. Esto significa que el sonido no llega bien al oído interno porque algo bloquea su paso: puede ser cerumen, infección, líquido, o un problema en los huesos del oído medio. Estos casos suelen ser tratables con medicamentos, cirugía o limpieza. No siempre necesitas audífonos.
¿Puedo hacerme la prueba si tengo tinnitus?
Sí, y es muy recomendable. El tinnitus (zumbido en los oídos) suele estar relacionado con pérdida auditiva, aunque no siempre. La audiometría ayuda a identificar qué frecuencias están afectadas, lo que permite personalizar mejor el tratamiento. Algunos audífonos incluso tienen funciones de enmascaramiento del tinnitus integradas.
¿La audiometría detecta pérdida auditiva por ruido?
Sí, y es una de sus principales funciones. La pérdida auditiva por ruido suele aparecer como una caída en los umbrales entre 3000 y 6000 Hz, especialmente en 4000 Hz. Esto se llama "notch" o hundimiento. Si tu audiograma muestra esto, es un indicador claro de daño por exposición prolongada a ruido. Es reversible en etapas tempranas, pero permanente si no se actúa.
¿Qué pasa si no me hago la prueba y sigo sin oír bien?
Tu cerebro se adapta a no oír. Con el tiempo, pierde la capacidad de procesar el sonido, incluso si después te pones audífonos. Además, la pérdida auditiva no tratada se asocia con mayor riesgo de aislamiento social, depresión y hasta demencia. No es solo un problema de oír: es un problema de calidad de vida. Hacer la prueba no es un paso final, es el primero para recuperar tu conexión con el mundo.
La audiometría no es una prueba de miedo. Es una herramienta de poder. Te da información clara sobre tu cuerpo, y te permite tomar decisiones informadas. No esperes a que te griten para entender que algo no va bien. Si sientes que te cuesta seguir conversaciones, o que la gente parece hablar más bajo, no ignores esos signos. Tu oído te está hablando. Escúchalo.
Valina Martinez
diciembre 6, 2025 AT 17:28Me hice la prueba el año pasado y me sorprendió ver que tenía una pérdida leve en los agudos. Nunca me había dado cuenta hasta que dejé de entender a mi nieto cuando habla rápido.
Ahora uso audífonos y la diferencia es como volver a conectar con el mundo.